Este es un plato clásico inglés. Es un pastel cocinado al vapor que viene de los tiempos en que no había hornos en las casas. El resultado además de muy llamativo es jugoso y suculento. Ideal para el invierno.
Hay muchas variaciones posibles, esta es una de las más clásicas.
Necesitas un molde redondo y hondo de 1 litro de capacidad. Uno de pirex va perfecto.
Se puede ir cocinando mientras sirves el plato principal.
Ingredientes:
- 125 g mantequilla
- 125 g azucar
- 175 gr harina
- 1 cucharada sopera de levadura química
- pizca de sal
- 2 huevos
- 1 naranja, raspadura y zumo
- 2 cucharadas soperas de mermelada
Tamiza la harina con la levadura y una pizca de sal.
Bate en un cuenco el azúcar y la mantequilla hasta formar una masa pálida y cremosa. Añade la raspadura y el zumo de la naranja.
A continuación incorpora la harina poco a poco, junto con el huevo batido. Bate la mezcla hasta que sea suave. Vierte la masa dentro del molde.
Tapa el molde con papel de aluminio, haciendo un doblez para que pueda expandir al cocerse. Ata con hilo de cocina dejando una asa para poderlo sacar fácilmente al terminar la cocción.
Coloca el molde en una cacerola grande que lo pueda acomodar. Llena la cacerola de agua hasta la mitad del molde. Pon al fuego y deja que se cocine al vapor durante 90 minutos.
Saca del molde y gira sobre un plato para servir.
Sirve con nata o con helado de vainilla.
Se sirve caliente con nata o helado.
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